Parece que Microsoft ha dado en el clavo. El éxito del nuevo sistema operativo Windows 7 ha sorprendido a los usuarios, pero mucho más a los analistas. Cierto es que no habían podido prevenir que Microsoft vendería la friolera de 60 millones de unidades de Windows 7, un sistema operativo que prometía subsanar los antiguos errores del vilipendiado Windows Vista. De esta forma, la compañía de Redmond ha superado todas las expectativas y ha aumentado con creces sus beneficios durante el último trimestre de 2009.
El porcentaje de ganancias se ha incrementado en un 60% y eso sólo puede etiquetarse como buena noticia. De eso es muy consciente Microsoft. Sobre todo porque ha presentado este balance de cuentas el día después de la presentación de la estrella anual de Apple, el iPad. Aun así, el éxito era muy predecible. Durante los primeros días, Windows 7 superó con creces las ventas de Windows vista en su arranque.
Las ventas del sistema operativo durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2009 se han cifrado en 1.710 millones de dólares que se suman a los 19.020 millones que Microsoft ha ganado con la totalidad de sus productos. Peter Klein, director financiero de la compañía, ha manifestado su optimismo y ha descrito la demanda de Windows 7 como “excepcional”, indicando además que las ventas del sistema operativo han apoyado notablemente el crecimiento de Microsoft en general. Tanto es así, que la compañía ha registrado uno de los picos más importantes en su trayectoria de beneficios, en el que ha sido un año redondo para Windows 7.
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