El día de hoy se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer, es por eso que la Sociedad Americana del Cáncer quiere desmentir algunos de los mitos e información errónea más común sobre esta enfermedad.
La desinformación es mala, pero la información errónea llega a ser peor; y hablar de cáncer no es la excepción.
Desde teléfonos celulares, carnes asadas y sprays contra los insectos, los mitos que rodean las causas de la enfermedad parecen estar en todos lados. La cantidad de creencias que existen son tantas que pueden llevar a cualquiera al borde de la paranoia.
Entonces, ¿qué es mito y qué es real?
Mito #1:
Vivir en una ciudad con aire contaminado aumenta el riesgo de cáncer de pulmón que fumar
una cajetilla de cigarrillos al día.
Falso: Todo lo contrario: la contaminación del aire es mucho menos probable que cause cáncer de pulmón que el fumar. El ser fumador o fumador pasivo, es más peligroso.
> El aire sucio sí contribuye al riesgo de cáncer, pero tiene mayor impacto en las enfermedades del corazón, asma y bronquitis crónica. La Sociedad Americana de Cáncer calcula que el daño por respirar el aire sucio es 100 veces menor que el de fumar.
Mito #2: Ya existe una cura para el cáncer, pero la industria médica no le dice al público porque ganan mucho dinero tratando a pacientes enfermos de cáncer.
Falso: La tasa de doctores y científicos - y sus familias - que muere de cáncer, es la misma que la del resto
de la población; por lo que tampoco tienen acceso a esta cura en caso de existir.
> Además, los avances médicos de todo tipo se anuncian y se aplican a la brevedad posible. Aunado a esto, una sola cura para todo tipo de cáncer es poco probable porque ataca distintos órganos, aunque ya existen curas disponibles para la mayoría de los tipos de cáncer.
Mito #3: Lo que alguien hace de joven tiene poco impacto en la probabilidad de desarrollar cáncer en la edad adulta.
Falso: Sobre todo, el fumar de joven aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, pero también lo aumenta la dieta, la actividad física y la exposición al Sol. La mayoría de los casos son consecuencia de años de exposición a varios factores de riesgo: la comida, el ejercicio, el Sol y, sobre todo, si se fumaba de joven.
> Más de dos tercios de todos los casos fatales de cáncer se pueden prevenir con simples cambios de hábito: comer muchas frutas, verduras y granos enteros, ejercitarse, mantener un peso saludable, usar protector solar y, en especial, no fumar.
Mito #4: Los aparatos electrónicos, como los celulares, causan cáncer.
Falso: Unos cuantos estudios han sugerido una relación entre los celulares y algunos tipos de tumores cerebrales raros, pero el consenso entre estudios bien diseñados es que no hay una asociación consistente entre el uso de celulares y el cáncer cerebral.
> Otros estudios tampoco han encontrado asociación entre algún otro aparato electrónico y el cáncer. La radiación de los rayos X y gama pueden causar cambios en el ADN de las células del cuerpo; pero no las de los microondas y celulares, que emiten radiación de baja frecuencia.
Mito #5: Pueden causar cáncer lo insecticidas
Falso: Estudios realizados no han sugerido una relación entre el uso de pesticidas para el hogar y el cáncer. Sin embargo, pueden ser peligrosos si no se tienen las precauciones adecuadas para evitar su inhalación o el contacto directo.
> Cuando se hacen experimentos, se realizan con dosis altas a las que la gente nunca estaría en contacto de forma normal. Por lo tanto, si se tiene contacto con el pesticida, la concentración es muy baja como para causar cáncer.
Un consejo para realmente llevarlo a la práctica:
Mito #6: Puede prevenir el cáncer de piel aplicándote protector solar todas las mañanas.
Cierto: El uso diario de protector solar es una buena práctica para reducir los riesgos de cáncer de piel. Sin embargo, se debe de aplicar varias veces y, aún así, sólo confiere cierta protección.
> Los síntomas visibles del cáncer de piel aparecen después de varios años. Una piel bronceada desaparece con el tiempo; pero los daños del Sol permanecen en las capas más profundas de la piel, se acumulan y pueden causar cáncer.
> Algunas recomendaciones son dejar la menor cantidad de piel expuesta al Sol, usar protector solar con Factor de Protección Solar (FPS) de 15 ó mayor, usar lentes oscuros y evitar la exposición al Sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos del Sol caen con más fuerza a la Tierra. Además, muchos productos recomiendan una nueva capa de protector cada 2 horas.
Carcinógenos en las carnes muy asadas
Los carcinógenos son agentes - físicos, químicos o biológicos -, que pueden actuar sobre los
tejidos vivos para producir cáncer. Recientes estudios apuntan a que las carnes asadas en exceso son un factor de riesgo. Una de las causas más importantes es que en las carnes muy asadas se producen unos químicos llamados aminas heterocíclicas (AH), que parecen ser las causantes de diversos tipos de cáncer al interactuar con las proteínas de la carne y desestabilizarla. Las aminas heterocíclicas (AH) se forman durante el asado a la parrilla o en un sartén muy caliente - cuando las altas temperaturas rompen la creatinina de los aminoácidos. Reduce el consumo de químicos insalubres en todo tipo de carne asada de la siguiente forma:
> No comas las secciones negras o quemadas.
> Precalienta las carnes en el microondas y termina de cocinarlas por pocos minutos al carbón.
> Sustituye parte de la carne por frutas o verduras asadas.
> Come porciones más pequeñas. Muchos de los carcinógenos no se forman al asar verduras o frutas, por lo que la gente puede disfrutar de su sabor sin los químicos. Los vegetales más comunes para asar son
las cebollas, pimientos morrones, calabacitas, brócolis, zanahorias, papas, piñas, papayas y mangos.
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